Haz de Nomeolvides

Haz de Nomeolvides
Haz de cuentos infantiles dedicados a mis nietas y nieto, dibujos de Jana, Maia, Mara y Milo. Además poemas y cuentos infantiles de otros autores

sábado, 5 de marzo de 2011

PEPITA Y SUS AMIGUITOS



PEPITA Y SUS AMIGUITOS – cuento-
Para mi nietita Jana con amor

Había una vez una nena, muy, muy bonita que brincaba y corría y andaba en calesita. Esta nena se llamaba Pepita.

Y resulta que Pepita se portaba muy bien durante el día: hacía lo que le indicaban su mamá, su papá y la maestra del Jardín, Patricia. Pero, llegaba la noche y Pepita se ponía a gritar, a llorar y a patalear.

Se levantaba , se iba a la cama de su mamá y su papá y no los dejaba dormir porque daba vueltas y más vueltas llorando sin que nadie supiera lo que le sucedía.

Tanto que todos los animalitos amigos de Pepita: el osito, el patito, el pumita, el perrito, el pingüinito que dormían en la pieza de la nena, se despertaban y se ponían tristes porque no sabían lo que le pasaba a su amiguita.

Entonces, una noche, el más grande de los animalitos que era el Osito, les dijo a los demás:
-No me gusta que Pepita llore y grite a la noche y nos deje solitos.
-Sí, el Osito tiene razón- contestaron los otros animalitos que estaban reunidos en torno de aquel.
-Pero, ¿qué podemos hacer? –preguntaron a coro.
-Y todos juntos se tomaron de las manitos, juntaron sus cabezotas y se pusieron a pensar…
-Ya sé –dijo el Perrito.
Y los demás lo miraron con atención y a coro dijeron:
-¡Cuéntanos, Perrito, cuéntanos!
-Bueno –comenzó diciendo el Perrito – yo pienso que a Pepita no le gusta que nosotros nos vayamos a dormir mientras ella duerme y por eso llora y grita. Pepita tiene miedo…
-¿Y qué podemos hacer nosotros? – preguntó Pingüi dando un paso adelante.
-Eso sí que es difícil –concluyó el Pumita desperezándose. Pero, se me ocurre que yo puedo ronronear mientras Pepita duerme para que se sienta acompañada…
-Y yo, dijo el Osito, puedo dormir a los pies de la cama y calentar los pies de Ella con mi piel…
-Y yo, agregó el patito, puedo arreglarme las plumitas mientras Pepita duerme para que, si se despierta, vea que estoy despierto.
-A mí me gustaría cuidar la puerta de entrada de la pieza. Me acostaré allí para que nadie entre sin mi permiso –dijo el Perrito colocándose delante de la puerta.
-¿Y yo qué puedo hacer? –comenzó a llorar tristón Pingüi que no sabía hacer nada.
-Sí, Pingüi, puedes prender la luz con tu pico cada vez que Pepita se despierte –gritaron a coro todos los animalitos.
-¡Bien! ¡Bien! –batió sus alas Pingüi que dejó de llorar y se puso a reír.
-Bueno amigos –dijo el Osito- la reunión terminó y ahora cuando Pepita venga a dormir ya saben lo que cada uno tiene que hacer.

Esa noche, cuando la chiquilla se durmió, cada uno de los animalitos hizo lo prometido.
Así fue que, cuando Ella se movió en su camita y comenzó a llorar, a gritar y quiso ir a la cama de sus papás, se encontró con que:
Pingüi prendió la luz de la pieza.
El Osito vino y se tendió a los pies de su camita. El Pumita comenzó a ronronear. El Patito se subió a la mesita de luz y comenzó a arreglarse las plumas, una por una.
…Y el Perrito, se instaló a la puerta de la pieza con aire de entendido para que Pepita se diera cuenta que él la cuidaría, que no debía tener miedo de nada…
Entonces, la nena, al ver que todos los animalitos estaban despiertos, que la querían y cuidaban mientras ella dormía, dejó de llorar y se fue acomodando en su camita hasta quedarse dormida otra vez.
Los padres estaban encantados con esta Pepita y nunca se enteraron que fueron el Osito, el Patito, el Pumita, el Perrito y Pingüi quienes consiguieron el milagro.

JUANA C. CASCARDO



No hay comentarios:

Publicar un comentario

INTENCION DE LA AUTORA

La intención al abrir este blog es de mostrar mis cuentos infantiles. Aquellos que fui escribiendo a medida que nacían mis nietas y en los cuales he pretendido expresar mis sentimientos, mi emoción, creando a través del lenguaje literario, una comunicación que preserve del olvido esa etapa maravillosa de la infancia de ellas, la que he compartido desde mi visión de abuela, de mujer de edad madura. Pero, también es ir mostrando lo que otros autores hacen en materia literatura infantil; así como dibujos, fotografías, ilustraciones; todos realizados por niños de diferentes edades, entre los cuales aparecerán los de mis nietas. JUANA C. CASCARDO